miércoles, 27 de marzo de 2013

Crítica: Daños colaterales (Teatro)

Hoy es el día del teatro y, por esas casualidades de la vida, inauguramos justamente en esta fecha una sección dedicada a esta expresión cultural. Quien estará a cargo de estas publicaciones será María Pilar González, quien también ha escrito para diversos sitios y medios como El Planeta Urbano y Wicked Mag, una revista de arte y tendencias del under porteño. Sin más preámbulos, les dejamos su nota sobre "Daños colaterales" del gran autor Tito Cossa.


En toda contienda –ya sea ideológica o física, y tenga esta la envergadura que tenga- suceden algunas situaciones no deseadas, pequeñas pérdidas en uno y otro bando que son soslayadas en el conteo final de bajas. Y es que, en el fragor de la lucha, lo esencial es alcanzar un objetivo común, dejando de lado los intereses particulares. Daños colaterales plantea una interesante tríada en donde el punto de desequilibrio irá turnándose entre los personajes. Así, el visitante será quien introduzca el conflicto, que luego será retomado por Julia, la mujer del capitán, y finalmente será este quien ponga el punto final, afectado por una serie de circunstancias que harán peligrar su apacible situación actual. 
Esta obra tiene como principal atractivo situar al espectador en el punto de vista del victimario. De esta manera, se logra un retrato muy humano y escalofriante al mismo tiempo, dado que el capitán ha sido –y es- un hombre que ama y que se sacrifica por amor. José María López encarna con soltura a este exmilitar devenido en guardia de seguridad, que con los años conserva las mañasy no se resigna a ser denigrado aún más de lo que ha sido,en ese pasado del que ya no se habla. Lo acompañan muy bien Ana Ferrer y Fernando Armani, la primera con un lento in crescendo hacia el saber que anuncia la tragedia de la obra, y el segundo con una descuidada imagen de sí mismo que sólo encontrará razón de ser en el reflejo de su padre desaparecido. 
Puesta y ambientación son más que sencillas, dado que Daños colaterales se construye en la intensidad de los diálogos y en el juego de miradas. Así, el peso de los silencios del genocida recae con fuerza sobre la mujer rescatada del centro de detención, y pone en sobreaviso al hijo del desaparecido: algo allí está por cambiar, y la sangre joven será el catalizador del drama.

Escrito por Pilar González para Revista Escritos Circulares
Fotografías: Magdalena Viggiani









Ficha técnica:
Daños colaterales de Roberto “Tito” Cossa
Elenco: Fernando Armani, Ana Ferrer y José María López
Ambientación: René Diviú
Diseño sonoro: Mariano Cossa
Operación de luces: Leonardo Giardina
Fotografía: Magdalena Viggiani
Asistencia de escenario: SantIago Carrizo
Asistencia de dirección: Rubén Sibilia
Producción ejecutiva: Rubén Sibilia
Dirección: Jorge Graciosi