Escritos Circulares

Prensa Independiente. Difundir Es La Tarea

Música Independiente

Diferentes artistas independientes de Chile, Argentina, Colombia, México, Venezuela, Perú, España, Ecuador, Brasil y Uruguay.

Literatura

En nuestra sección Literatura encontrarás no sólo a los mejores autores clásicos sino también a los escritores amateurs.

Cine

Reseñas de películas y cortometrajes en nuestra sección dedicada al cine.

Recomendado del viernes

Todos los viernes te recomendamos un disco, un libro o una película para que disfrutes el fin de semana.

viernes, 29 de junio de 2012

Recomendado del viernes: Spinetta, el video

SPINETTA, EL VIDEO (1986)
Director: Pablo Perel

Luis Alberto Spinetta, el más personal de los músicos del rock nacional, desangra cada uno de sus temas en el fragor de la ochentosa primavera democrática argentina. Un documental único de Pablo Perel que nos ofrece un recorrido por su pensamiento y su obra inconmensurable.El documental presenta excelentes testimonios del Flaco,junto con su entorno, y allegados : Chofi, Paez, Butron, De Sebastian, Fabiana Cantilo .
Nos muestra su universo: sus padres, su ex mujer Patricia, y sus niños, dando una clase de lo cotidiano , por momentos muy dulce y real.Nos muestra un Flaco despojado del mito, con mucho humor. Muestra sesiones de grabacion de Prive, y algunas tomas historicas.



Fuente: http://www.losinconseguiblesdelrock.com

jueves, 28 de junio de 2012

Cuento corto: En la noche (Ray Bradbury)

En la noche (Ray Bradbury)

La señora Navárrez gimió de tal manera durante toda la noche que sus gemidos llenaban el inquilinato como si hubiese una luz encendida en cada cuarto, y nadie pudo dormir.
Pasó toda la noche, mordiendo su almohada blanca, retorciendo sus manos delgadas y gritando:
-¡Mi Joe!
A las tres de la madrugada los habitantes de los apartamentos se convencieron, finalmente, de que la mujer jamás cerraría su roja boca pintada y se levantaron, sintiéndose acalorados y fastidiosos. Se vistieron y fueron a tomar el trolebús que los llevaría al centro, a uno de esos cines que funcionaban toda la noche. Allí, Roy Rogers se dedicaba a perseguir a los malos y lo veían a través de un velo de humo rancio y oían los diálogos en medio de los ronquidos en la sala nocturna, a oscuras.
Al amanecer, la señora Navárrez todavía seguía sollozando y gritando.
Durante el día no era tan terrible. El coro masivo de niños que lloraban en distintos puntos de la casa le confería esa gracia salvadora que era, casi, una armonía. A eso se sumaba el traqueteo de las máquinas lavadoras en la galería del edificio donde las mujeres en batas de felpilla, de pie sobre las tablas mojadas del piso, intercambiaban rápidas frases mexicanas. Aun así, de tanto en tanto se podía oír el quejido de la señora Navárrez en medio de las agudas voces, las lavadoras, los bebés:
-¡Mi Joe, oh, mi pobre Joe! -gritaba.
Al atardecer llegaron los hombres, con el sudor del trabajo bajo los brazos. Mientras se remojaban en bañeras llenas de agua fresca, en todo el edificio donde se preparaba la cena maldijeron y se taparon los oídos con las manos.
-¡Todavía sigue con eso! -rabiaron, impotentes.
Uno de los hombres hasta llegó a dar un puntapié a la puerta.
-¡Cállate, mujer!
Y lo único que logró fue que la señora Navárrez chillara más fuerte aun:
-¡Oh, ah! ¡Joe, Joe!
-¡Esta noche cenamos fuera! -les dijeron los hombres a sus esposas.
En todo el edificio se guardaron los utensilios de cocina en los estantes, se cerraron las puertas con llave; los hombres asían a sus perfumadas esposas de los codos y avanzaban de prisa con ellas por los pasillos.
A medianoche, el señor Villanazul abrió la vieja puerta desvencijada de su casa, cerró los ojos castaños y se quedó así un momento, balanceándose. Su esposa Tina, con los tres hijos y las dos hijas de ambos, uno de ellos en brazos, estaba junto a él.
-¡Ay, Dios! -susurró el señor Villanazul-. ¡Dulce Jesús, baja de la cruz y haz callar a esa mujer!
Entraron a su pequeña morada en penumbras y miraron el cirio azul que parpadeaba bajo un solitario crucifijo. En actitud filosófica, el señor Villanazul meneó la cabeza:
-Sigue en la cruz.
Se tendieron en sus camas como trozos de carne asándose, y la noche estival los salseó con sus propios jugos. La casa ardía con los gritos de esa enferma.
-¡Estoy asfixiado!
El señor Villanazul bajó corriendo las escaleras del edificio seguido por su esposa y dejaron a los niños, que gozaban de la milagrosa capacidad de dormir aunque el mundo se viniese abajo.
Vagas figuras ocuparon la galería delantera, una docena de hombres silenciosos, acuclillados, con cigarrillos que echaban humo y fulguraban entre sus dedos morenos. Las mujeres, en batas de felpilla, aprovechaban el escaso viento que soplaba en la noche de verano. Se desplazaban como las figuras de un sueño, como maniquíes movidos rígidamente por medio de cables y rodillos. Tenían los ojos hinchados y las lenguas estropajosas.
-Vamos a su apartamento a estrangularla -dijo uno de los hombres.
-No, eso no estaría bien -dijo una mujer-. Mejor arrojémosla por la ventana.
Aunque fatigados, todos rieron.
El señor Villanazul los miraba a todos parpadeando, confundido. A su lado, su esposa se movía con indolencia.
-Cualquiera diría que Joe es el único hombre del mundo que se ha unido al ejército -dijo alguien, irritado-. ¡Caramba con la señora Navárrez! ¡Seguro que este Joe, este marido suyo, estará pelando papas; será el tipo más seguro en toda la infantería!
-Hay que hacer algo -proclamó el señor Villanazul.
Él mismo se sorprendió de la dureza de su voz, y todos lo miraron.
-No podemos seguir así una noche más -siguió diciendo, sin rodeos.
-Cuanto más golpeamos a la puerta, más grita ella -explicó el señor Gómez.
-Esta tarde ha venido el sacerdote -dijo la señora Gutiérrez-. En nuestra desesperación, acudimos a él. Pero la señora Navárrez no le abrió la puerta siquiera, por mucho que él se lo rogó. El cura se fue. También hemos llamado al oficial Gilvie, que le gritó, pero, ¿acaso cree que ella lo escuchó?
-Entonces tenemos que buscar otra forma -reflexionó el señor Villanazul-. Alguien debe tratarla con... simpatía.
-¿Qué otra forma existe? -preguntó el señor Gómez.
Después de unos instantes, el señor Villanazul conjeturó:
-Ah, si alguno de nosotros fuese soltero...
Dejó caer la insinuación como una piedra en un estanque profundo, esperó a que salpicara y a que las ondas se expandieran suavemente.
Todos suspiraron.
Fue como si se levantase un pequeño viento de noche veraniega. Los hombres se enderezaron un poco, las mujeres aceleraron sus movimientos.
-Pero somos todos casados -respondió el señor Gómez, volviendo a acurrucarse-. No hay ningún soltero.
-Oh -exclamaron todos, y se aquietaron nuevamente en ese río caliente, vacío, de la noche, mientras el humo se elevaba en silencio.
-Entonces -volvió a disparar el señor Villanazul cuadrando los hombros y tensando la boca- ¡tendrá que ser uno de nosotros!
El viento nocturno volvió a soplar, agitando a la gente allí reunida.
-¡No es momento para egoísmos! -declaró Villanazul-. ¡Uno de nosotros debe hacer... esto! ¡De lo contrario, nos asaremos otra noche más en el infierno!
Esta vez, los que estaban en la galería se apartaron de él, parpadeando.
-¿Lo hará usted, señor Villanazul? -quisieron saber.
El aludido se puso rígido y el cigarrillo estuvo a punto de caérsele de los dedos.
-Oh, pero yo... -objetó él.
-Usted -dijeron-. ¿No?
Afiebrado, agitó sus manos.
-¡Yo tengo esposa y cinco hijos, uno de brazos!
-¡Ninguno de nosotros es soltero y, como la idea fue suya, deberá tener el coraje de respaldar sus convicciones, señor Villanazul! -replicaron todos.
El hombre se asustó y guardó silencio. Dirigió a su esposa fugaces miradas de alarma.
Cansada, ella permanecía de pie en la noche, esforzándose para verlo.
-Estoy tan cansada... -se lamentó la mujer.
-Tina -dijo él.
-Yo voy a morirme y habrá muchas flores y me sepultarán si no logro descansar -murmuró ella.
-¡Pero, Tina...!
-Tiene muy mal aspecto -dijeron todos.
El señor Villanazul sólo titubeó un instante más. Tocó los dedos de su esposa, flojos y calientes. Rozó con sus labios la mejilla enfebrecida de su mujer.
Sin agregar palabra, salió de la galería.
Todos oyeron sus pasos que subían las escaleras del edificio a oscuras, lo oyeron ascender, dar la vuelta en el tercer piso, donde la señora Navárrez gemía y gritaba.
Aguardaron en el porche.
Los hombres encendieron nuevos cigarrillos y arrojaron las cerillas; hablando como un viento, las mujeres rondaron entre ellos; todos se acercaron a la señora Villanazul, que permanecía de pie, en silencio, con sombras bajo de sus ojos fatigados, apoyada contra la baranda de la galería.
-¡Ahora -susurró quedamente uno de los hombres-, el señor Villanazul está en el último piso del edificio!
Todos guardaron silencio.
-¡Ahora -siguió el hombre en un murmullo teatral-, el señor Villanazul golpea la puerta! Tap, tap.
Todos escucharon, conteniendo el aliento.
A lo lejos se oyó un suave golpeteo.
-¡Ahora la señora Navárrez se echa a gritar de nuevo ante la intrusión!
Desde lo alto de la casa llegó un grito.
-Ahora -imaginó el hombre acuclillado, moviendo delicadamente su mano en el aire-, el señor Villanazul ruega y suplica, suave y quedo, a través de la puerta cerrada con llave.
Los que estaban en el porche alzaron sus barbillas tratando de ver a través de los tres pisos de madera y cemento, hacia el tercero, y esperaron.
El grito se apagó.
-Ahora el señor Villanazul habla rápido, ruega, susurra, promete -exclamó el hombre con suavidad.
El grito fue convirtiéndose en un sollozo, el sollozo en un gemido y, por último, se extinguió del todo dejando oír la respiración, el latido de los corazones y todos escucharon.
Al cabo de unos dos minutos de permanecer quietos, traspirando, esperando, todos los presentes en la galería oyeron, allá arriba, el chasquido de la cerradura, la puerta que se abría y, un segundo después, un susurro y la puerta que se cerraba.
La casa se sumió en el silencio.
El silencio inundó todos los apartamentos, como si se apagara una luz. El silencio fluyó como un vino fresco por el túnel de los pasillos. El silencio entró por los vanos abiertos como una brisa fresca que llegara desde el sótano. Todos se quedaron allí, inhalando la frescura de esa brisa.
-¡Ah! -suspiraron.
Los hombres arrojaron sus cigarrillos y echaron a andar de puntillas por el edificio silencioso. Las mujeres los siguieron. Pronto, el porche quedó vacío. Los habitantes se movieron por frescos pasillos silenciosos.
La señora Villanazul, en fatigado estupor, abrió la cerradura de la puerta.
-Debemos ofrecerle un banquete al señor Villanazul -susurró una voz.
-Mañana encenderemos una vela por él.
Las puertas se cerraron.
La señora Villanazul yacía en su fresco lecho. “Es un hombre considerado”, pensó, casi dormida ya, con los ojos cerrados. “Por este tipo de cosas lo amo.”
El silencio fue como una mano fresca que la acariciaba, hasta que se durmió.

miércoles, 27 de junio de 2012

Artista indie de la semana: Elsis

El músico español Jon Ander Rodriguez ha dado a conocer temas que van a formar su primer disco. Sólo queda ajustar un  par de detalles para finalizarlo y publicarlo. Seguramente en cuanto haya novedades, estaremos publicando por este medio.


Para escuchar los temas, visiten:

Más info en:

martes, 26 de junio de 2012

Literatura: Juan López y John Ward (J.L.Bórges)

Juan López y John Ward (J.L.Bórges)

Les tocó en suerte una época extraña. 

El planeta había sido parcelado en distintos países, cada uno provisto de lealtades, de queridas memorias, de un pasado sin duda heroico, de derechos, de agravios, de una mitología peculiar, de próceres de bronce, de aniversarios, de demagogos y de símbolos. Esa división, cara a los cartógrafos, auspiciaba las guerras. 

López había nacido en la ciudad junto al río inmóvil; Ward, en las afueras de la ciudad por la que caminó Father Brown. Había estudiado castellano para leer el Quijote. 

El otro profesaba el amor de Conrad, que le había sido revelado en una aula de la calle Viamonte. 

Hubieran sido amigos, pero se vieron una sola vez cara a cara, en unas islas demasiado famosas, y cada uno de los dos fue Caín, y cada uno, Abel. 

Los enterraron juntos. La nieve y la corrupción los conocen. 

El hecho que refiero pasó en un tiempo que no podemos entender.

lunes, 25 de junio de 2012

Random thoughts XXIX: Bienvenida (M.Benedetti)

Bienvenida (M.Benedetti)



Se me ocurre que vas a llegar distinta
  no exactamente más linda ni más fuerte 
 ni más docil ni más cauta 
 tan solo que vas a llegar distinta 
 como si esta temporada de no verme 
 te hubiera sorprendido a vos también 
 quizá porque sabes cómo te pienso y te enumero
después de todo la nostalgia existe 
 aunque no lloremos en los andenes fantasmales 
 ni sobre las almohadas de candor ni bajo el cielo opaco
yo nostalgio tu nostalgias y cómo me revienta que él nostalgie
tu rostro es la vanguardia tal vez llega primero 
 porque lo pinto en las paredes con trazos invisibles y seguros
no olvides que tu rostro me mira como pueblo sonríe
 y rabia y canta como pueblo y eso te da una lumbre  
            inapagable ahora no tengo dudas vas a llegar distinta y con señales
 con nuevas, con hondura, con franqueza,
sé que voy a quererte sin preguntas,
sé que vas a quererme sin respuestas.


viernes, 22 de junio de 2012

Recomendado del viernes: Perfume (M.G.Epumer)

"Perfume" fue el segundo álbum solista de María Gabriela Epumer. 16 canciones integran este trabajo, producto de la intensa actividad que realizó junto a su banda en el '99. Doce temas son propios y realiza cuatro covers, entre los que se destacan "Ah, te ví entre las luces", de Charly García, "Canción Para Los Días De La Vida de Spinetta" y "Quiero estar entre tus cosas" de Daniel Melero. "El viento me dejó desierto el corazón, sin querer ya estoy aquí sin saber como salir", dice la cálida voz de Epumer en 'Desierto Corazón'. Sus letras, su voz, el rasgueo de su guitarra logran que este material sea un disco redondo en cuanto a su calidad. En la placa participan invitados de la talla Robert Fripp, junto al mismo Charly, Richard Coleman, Francisco Bochatón, Fernando Samalea y Claudia Sinesi, entre otros.



1. Perfume 

2. Espero Que El Sol Salga
3. Otro Lugar
4. Sirena* (Sinesi)
5. Canción Para Los Días De La Vida 
6. Desierto Corazón
7. Tierra Mojada
8. Angel
9. Introducción
10. Quiero Estar Entre Tus Cosas 
11. Foxtrot
12. Sus Ropas
13. Un Minuto
14. Primera Luz
15. Fuga
16. Ah! Te Vi Entre Las Luces 

Aquí las excelentes versiones de Epumer:




                           Canción para los días de lluvia (Spinetta) por Epumer


Quiero estar entre tus cosas (Melero) por Epumer




jueves, 21 de junio de 2012

Random thoughts XXVIII: "Triste es no tener"(José Marti)

Triste es no tener amigos....
pero más triste debe ser...
no tener enemigos.
Porque quien enemigos no tiene,
señal es que no tiene....

Ni talento que haga sombra,
ni carácter que impresione..
ni valor temido,
ni honra de la que murmuren,
ni bienes que se codicien,
ni cosa buena que se le envidie


José Marti

miércoles, 20 de junio de 2012

Cada ciudad puede ser otra (Mario Benedetti)


Cada ciudad puede ser otra
                                    Los amorosos son los que abandonan, 
                                    son los que cambian, los que olvidan. 
                                                                        Jaime Sabines


Cada ciudad puede ser otra 
cuando el amor la transfigura 
cada ciudad puede ser tantas 
como amorosos la recorren

el amor pasa por los parques 
casi sin verlos amándolos 
entre la fiesta de los pájaros 
y la homilía de los pinos

cada ciudad puede ser otra 
cuando el amor pinta los muros 
y de los rostros que atardecen 
unos es el rostro del amor

y el amor viene y va y regresa 
y la ciudad es el testigo 
de sus abrazos y crepúsculos 
de sus bonanzas y aguaceros

y si el amor se va y no vuelve 
la ciudad carga con su otoño 
ya que le quedan sólo el duelo 
y las estatuas del amor

martes, 19 de junio de 2012

Artista indie de la semana: Oli y la mejor banda del Mundo


Oli y la mejor banda del Mundo 

"Oli es Sebastián Matías Oliveira



Oli es un chico que canta y hace canciones y también le gusta bailar.

Oli cree que es divertido hacer esto.

Oli cree en sí mismo.

Oli cree en sus amigos y por eso toca con ellos."

oli Oli y la mejor banda del Mundo - Las Cosas BásicasEl proyecto musical del cantautor Sebastián Matias Oliveira tiene un nuevo álbum titulado Las Cosas BásicasEl álbum contiene 12 tracks que juegan con diversas temáticas como el amor y en el que se destacan canciones como Las cosas básicas, Maravilla de tenerte,Tranquilo y Mi palabra. Además del formato físico, Las Cosas Básicas se puede escuchar entero a través de BandCamp haciendo click aquí. 

Vamos-Oli y la mejor banda del Mundo


Más info en:

lunes, 18 de junio de 2012

Hamacas al Río en Ultra Bar

HAMACAS AL RÍO + Daniela Spalla

La banda Hamacas al Río se despide de los escenarios por un tiempo y presentarán oficialmente el Video Clip de Sin Decir dirigido por Martín Guzmán. 


  • Sábado 23 de Junio - 21 hs.
  • ULTRA - San Martín 678 (CABA).
  • Anticipadas en Ultra y en Anthology Discos (Bond Street). 

Trailer de Sin Decir

jueves, 14 de junio de 2012

Avant Premiere de 'Efectos Especiales' (B.Quesney)

El Cine Club Mayor tiene el agrado de presentar la Avant Premiere de la película "Efectos Especiales" de Bernardo Quesney, la que se realizara el Martes 19 de Junio a las 19:00 en el Auditorio de Manuel Montt de la Universidad Mayor, ubicado en Av. Manuel Montt 367 - Providencia - Región Metropolitana de Santiago. Para quienes desconocen de esta película, he aquí una breve descripción...


Grabada en Panquehue, V región, en “Efectos Especiales”, para esta película se escribió  solo una escaleta, para dar rienda suelta a la improvisación por parte de todo el equipo. El director se junto por separados con los actores y les explico a cada uno sus papeles. Nunca hubo un ensayo grupal. Todo esto para que nada se notara planeado en el plano secuencia.El objetivo principal de “Efectos Especiales” es reírse de los directores jóvenes. En esta película, el protagonista quiere que en su película se hablen de miles de temas que él ni siquiera comprende: El campo, la homosexualidad, la Dictadura, la pobreza y Chile. “Este proyecto se formó de todos los rodajes en que he participado como el eslabón más bajo y pensé que me gustaría hacer un película donde en medio de la película quede la cagá”, señaló Quesney, quien actualmente es estudiante de cine de la Universidad Mayor.
Junto a él, el elenco lo compone la antofagastina Paola Lattus, Fernanda Toledo y Paulo Orrego. A continuación, el trailer oficial de“Efectos Especiales”.







Ficha Técnica:
Dirección y Producción: Bernardo Quesney.
Director de Fotografía y Cámara: Nicolás Durán.
Elenco: Paola Lattus, Fernanda Toledo, Paulo Orrego y Bernardo Quesney.
Formato: HD.
Duración: 85 min.

Extractos tomados de http://www.corteirracional.org